Este es otro
aspecto importante. Autorealizarse y preguntarse:
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En qué cosas soy diferente de otros.
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Cuáles son los valores que quiero comunicar a otras personas y que
sean fácilmente identificables con mis necesidades o deseos.
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Qué canales o sistemas voy a utilizar para transmitir esos valores
y hacer que las personas se motiven.
Las respuestas
positivas o negativas a estos interrogantes pueden marcar la diferencia entre
un directivo que quiere ser líder y otro que no lo será.