"Bien, no fue más que un fallo en la comunicación"

Una y otra vez se escuchan comentarios de este tipo para explicar cosas que salen mal, tanto en casa como en el trabajo: broncas, rencores, ineficiencia, servicio de mala calidad a los clientes, conflictos laborales, errores que hay que compensar mediantes horas extraordinarias, frustración, malos humores y relaciones tensas. Siempre se echan las culpas a la falta de comunicación, quizá porque es la manera más sencilla de salir del paso.

Pero, ¿debemos quedarnos en eso?

Analizando algunos errores clásicos en las comunicaciones, viendo qué falló y por qué se obtiene una idea más clara del proceso de comunicación, las trampas que la dificultaban y cómo hacer para no caer en ellas.

Los problemas típicos en la comunicación son:

Los fallos no se originan ni por un solo error ni por una sola persona.

Los "hechos" no son siempre lo que parecen.

Las palabras pueden tener distintos significados para distinta gente.

Reconocer que las palabras no son, de hecho, el único medio de comunicación.

Es necesario pensar en la que se está haciendo cuando se inician procesos de comunicación.

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